miércoles, 6 de agosto de 2008

Las miradas


Hoy estaba en la juguetería comprando un regalito y de repente escucho una voz fuerte, con tono aniñado que dice “Oye mami, mira, es como el muñeco de mansion foster para amigos imaginarios”. Debo confesar que me confundí por un momento ya que parecía que era mi hijo el que hablaba y sin embargo yo había ido sola a comprar, por lo que tuve que pensar un segundo donde estaba y con quien.
El niño tendría unos 12 años y su voz, su expresión, sus gestos y sus intereses no concordaban con su físico y su altura. Por supuesto, tampoco con su edad.

En general, luego de tantos años de ver las actitudes diferentes de mi hijo con respecto a los chicos de su edad, suelo “scanear” a aquellos chicos que tampoco concuerda con lo que las leyes de medicina dicen que debe hacer, como debe hablar y como compartirse un niño de 10 años.
Pero en este caso me llamo mas la atención, porque el hablaba muy fuerte, con ese tono de español neutro que tanto caracteriza a mi hijo.
El pequeño le repetía una y otra vez a su mama que mire distintos juguetes, muñecos y peluches que a el le gustaba. Su mama, en cambio, parecía ignorarlo, poniéndose colorada ante la mirada de los demás aunque la única persona que los estaba mirando era yo. Hubiera querido acercarme y explicarles que no los miraba por ninguna razón extraña sino que el me recordaba mucho a mi hijo, que no piensen mal. Tampoco me anime a hacerlo. Creo que hubiera sido muy entrometida si lo hubiera hecho…
Me recordó las veces que por algún motivo he sentido la mirada de los demás sobre nosotros; la incomodidad, la vergüenza.

A medida que van pasando los años, la vergüenza y la incomodidad ante la mirada ajena va disminuyendo pero siempre esta ahí. Antes me cuestionaba a mi misma porque me ponía tan incomoda la mirada de los demás, cuestionaba de este modo si yo tenia vergüenza de mi hijo. Luego con el tiempo me di cuenta de que no es vergüenza de el, por supuesto que no, sino incomodidad ante el juicio inquisidor de los demás. En general los momentos incómodo son el consultorio medico, el super, las jugueterías, comprando ropa, cuando le hacen una pregunta y el responde lo primero que se le viene a la mente, generalmente sin mirar a los ojos, o cuando tenemos que insistir para que responda, cuando tenemos que ir a un baño publico. Todos son momentos en que por lo menos yo desearía que la gente desaparezca por un instante o se meta en sus cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lorena soy veronica la mama de facu.estoy muy orgullosa de vos, sin conocerte,estoy pasando una etapa de tgdo trat de lenguaje mas deficit de atencióm y bla bla bla.desbordada, sin un tto adecuado,ya q la integradora se esfumó, laescuela exigente de un diagnostico firme"para ayudarlo"mientras tanto solo puede ir una hora y media"porq si le agarra alg enojo, no queremos q los compañeritos tenagan una mala imageno se alejen de el" cualquiera!Facu no es agresivo, para nada.Y la falta de recursos economicos en este pais burócrata.y facu, con lo rico q es el tiempo para el, y perderlo asi.Lorena, realmente, me siento con tus mismos temores, tus mismas vetguenzas iniciales, tus mismos portazxos, tod.aunq técnicamente no sea asperger.gracias por aparecer en mi vida, pidiendo ayuda t encontré

]]>